Una
noche antes de cocinarlos, remoja los garbanzos en agua
fria. Al día siguiente, cuécelos con sal y quitales los
pellejitos que sueltan. Muele cuatro cucharadas de
garbanzos con medio litro del agua en la que se cocieron.
Desvena, remoja y muele los chiles con la cebolla y el ajo. Fríe esta
mezcla, y cuando esté espesa, agrega los nopale cocidos,
los garbanzos enteros, el cilantro y la sal
|