Asar
los pimientos en el horno hasta que se formen ampollas en
la piel. Sacar los pimientos del horno y cubrirlos con un
trapo húmedo. Dejar que se enfríen y pelar con cuidado.
Hacer un corte a lo largo y quitar las semillas y las
láminas de separación. Desmenuzar el queso con un tenedor,
añadir el huevo y la nata y hacer una masa cremosa.
Repartir el relleno de queso en los pimientos y cerrar.
Untar con la mantequilla una fuente de horno y colocar en
ella los pimientos rellenos. Espolvorear con sal y rociar
con el aceite. Verter el caldo en la fuente y meterla en
el horno a 180 °C. Dejar que se hagan durante 30-40
minutos
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