Seleccionar
papas buenas y firmes. Cocerlas, pero no deben de quedar
muy blandas, pelarlas y partirlas en rebanadas. Cuando
estés frías rociarlas con el aceite de oliva y el vinagre;
agregar el caldo de carne, la cebolla y sazonarlas.
Mezclar cuidadosamente y dejarlas reposar toda la noche o
varias horas. Antes de servir agregar la pimienta y unas
cuantas gotas de aceite de oliva