Coloque
la harina en un tazón grande. Haga una cavidad en el
centro y agregue allí el azúcar, 3 huevos, el aceite
vegetal, la sal y las semillas de sésamo y anís. Coloque
la levadura en 1 taza de agua tibia para que adquiera su
ligereza. Luego agréguela al pozo.
Gradualmente
mezcle la harina con los ingredientes en la cavidad.
Agregue más agua según la necesite (aproximadamente 2
tazas). Cuando haya una masa medianamente rígida ya
formada, amásela con los nudillos sobre una tabla de
madera durante unos 20 minutos.
Haga una
bola con la masa, hágala girar en un tazón engrasado para
recubrir la superficie y cúbrala con una toalla. Luego
amase de nuevo la masa con los nudillos. Divídala en 5
partes. Dele a cada una forma de bola o hágala girar
formando una espiral con la parte final de la masa en el
punto más alto en el centro. Cubra durante 1 hora y luego
deje la masa crecer hasta que doble su tamaño. Precaliente
el horno a 400. Cubra una lámina para galletas con papel
aluminio. Coloque la masa en la lámina, píntela con la
yema de huevo restante y una cucharada de aceite y hornee
de 35 a 45 minutos. |