Puedes
asar la pierna de cordero con o sin hueso.
Si la
quieres asar sin hueso, rellénala de una mezcla de
almendras fileteadas y orejones de albaricoque antes de
asarla.
Elimina
la grasa de la pierna y frótala con una mezcla de la
pimienta recién molida y el zumo de limón. Colócala
en una bandeja de horno junto con la cabeza de ajos sin
pelar y la mantequilla.
Introdúcela
en el horno a 180º durante 50 minutos o hasta que los ajos
estén tiernos. Aprieta los ajos para desprenderlos
de la piel, cháfalos y espárcelos sobre la pierna de
cordero.
Espolvorea
la pierna con el cilantro y el comino. Vierte en la fuente
las ramitas de canela, los clavos de olor, el laurel, la
guindilla en polvo y los cardamomos.
Vuelve a
poner la pierna en el horno hasta que esté hecha,
aproximadamente otros 50 minutos. Rocíala de vez en
cuando con el jugo de la bandeja.
Retira
el asado y déjalo reposar entre 10 y 15 minutos antes de
trincharlo. Vierte el agua en la bandeja del horno y
remueve bien para mezclar bien el jugo.
Coloca
la bandeja en la parte superior del horno a temperatura
alta y deja que el jugo se reduzca y espese.
Retira
las especias enteras de la salsa, sazona y agrega la crema
de leche o el yogur. Rocía la carne con la salsa
bien caliente |