Cortar
la cuajada en trozos de 5 cm. de largo, 3 cm. de ancho y
un grueso de 2 cm. (medidas aproximadas, dependiendo del
tamaño de los trozos de cuajada) y rebozarlos con la
harina y el huevo batido. Calentar en el wok el
aceite y freír la cuajada de soja hasta que adquiera un
bonito color dorado. En la grasa que sobre en el wok,
saltear el jengibre y la escaloña, añadir las gambas hasta
que estén de color rosa, agregar el resto de los
ingredientes, cuando empiece a
hervir
la salsa, verter por encima de la cuajada que estará ya en
una fuente. Servir templado |