Lavar
las espinacas en abundante agua corriente quitando los
troncos grandes. Escurrir y poner a cocer en una
cacerola con un puñadito de sal, sin añadir agua.
Escurrir bien y picar. Cortar el beicon en trocitos,
quitando la parte grasa y freír en una sartén, a fuego
medio, con dos cucharadas de aceite. Añadir las
espinacas y un pellizco de sal. Dar unas vueltas para
que tome sabor y reservar en un bol.
Cuando estén frías, añadir el requesón previamente aplastado con un
tenedor, el jamón cortado en cuadraditos y el queso
parmesano. Salpimentar. Extender 2/3 de la masa de
hojaldre sobre una mesa, y amasar hasta dejarla muy
fina, (si se pega a la mesa, poner un poco de harina
debajo de la masa). Tener preparado un molde desmoldable
untado de mantequilla y rellenarlo con la masa, dejando
que sobresalga 2 cm por fuera del molde. Pinchar el
fondo de la masa con un tenedor en varios sitios, con
objeto de que no suba y rellenarlo con las espinacas,
nivelándolo con una cuchara de madera. Extender la masa
restante, como se ha explicado, formando un disco del
diámetro del molde y apoyarlo sobre el relleno. Volver
hacia dentro los bordes de la masa que habíamos dejado
que sobresalieran.
Batir un huevo y con un pincel de cocina untar la masa. Cocer al horno,
previamente calentado a 190º, durante unos 45 minutos.
Sacarla del horno cuando esté bien dorada y dejar
entibiar antes de desmoldar
Este pastel aparte de ser un primer plato, puede servir
perfectamente para un aperitivo, cortándolo en
cuadraditos.
Se puede servir caliente o frío
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