Refriegue
el canguil con las manos humedecidas en agua y aviente
la cáscara para que se desprenda. Coloque al fuego una
olla honda, vierta el aceite dejando la llama alta hasta
que éste se ponga muy caliente. Agregue el canguil y
espere que comience a reventar. Tape la olla y sacúdala
suavemente. Después de un minuto, introduzca la cuchara
de madera y remueva el maíz con la tapa ligeramente
levantada, evitando que brinque los granos. Cuando haya
reventado todo el canguil, retire la olla del fuego
porque se quema rápidamente. Ponga luego el canguil en
una tazón y vierta sal con el salero. Sirva con cebiche
o chicharrones
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