El
pollo lavado y limpio se restrega con sal, jugo de
limón, y mantequilla o aceite. Coloca en el
interior la cebolla o las chalotas. Se cuece con
el vino, y cuando listo se saca y despresa. El
caldo se cuela, coloca pimienta y ají, que quede una
salsa clara (no se pone harina) y picante.
Se echa esta salsa a las presas. Quince minutos antes de servir,
coloca el coñac y hierve a fuego lento. Sirve el
caldo separado
|