unos clavos
(especia) o un palo de canela en rama (optativo)
agua
Quite
cuidadosamente la capa exterior de la raíz de jengibre.
Machaque el jengibre en el mortero hasta reducirlo a pulpa
y póngalo en un recipiente grande de vidrio o una
coctelera. Vierta seis tazas de agua hirviendo encima del
jengibre, cubra con una tapa o una tela limpia. Ponga la
mezcla en un lugar caluroso, como puede ser ante una
ventana en un lugar de sol o en un horno ligeramente
calentado en un día frío. Espere una hora. Filtre el
contenido a través de una tela en un frasco grande o
jarra. Estruje el jengibre para extraer todo el líquido de
él. Mezcle con el zumo del cítrico que emplee, añada el
azucar y las especias. Llene el frasco de agua tibia.
Póngalo de nuevo al sol o en lugar caliente y espere otra
hora.
Póngalo en el
frigorífico hasta que se enfrie y sírvalo sobre unos cubos
de hielo.